Es un hecho, los jóvenes ya no vemos la tele como una necesidad, la vemos porque está ahí, porque siempre está encendida, para pasar el rato, pero ya no es nuestra mejor amiga como antaño.
La generacion que creció con Las Mamachicho y Sensación de vivir se ha cansado de ser maltratado. Se ha cansado de cancelaciones, de cambios de horario, de desmedidas pausas publicitarias, de fichajes y traspasos absurdos, de fracasos tecnológicos,... Se ha cansado de todo este despelote, de un invento que no entendía como suyo y ha ido poco a poco abandonando el salón a la vez que descubría los horizontes y maravillas de la red.
Quedan atrás aquellos años en los que las familias se reunian noche tras noche entorno a 'la caja tonta' para disfrutar de sus grandes eventos de ficción: Farmacia de guardia, Médico de familia, Periodistas, o hablando así de algo un poco más reciente Aquí no hay quien viva. O aquella época en la que había fútbol en abierto a todas horas, entre las interminables fases de grupos de la Champions, Copa de la UEFA, Recopa, incluso aquel experimento de 'partido de los lunes' que ofrecía Antena3.
Por no hablar del auge de la telebasura, con los inicios de Gran Hermano y Crónicas Marcianas al frente, cita obligatoria para cualquier adolescente de bien que buscase una buena posición en el escalón social más molón del instituto en aquella época.
Incluso OT se podría considerar otro gran hit a este nivel o Buenafuente y el Neng más tarde.

Todo esto se acabó, hemos llegado a un punto en el que la televisón no puede competir con la red. Y me estoy refiriendo siempre a la televisión como plataforma, como aquel aparato que congregaba a miles de personas a su alrededor cada día.
De momento mantiene el tipo gracias a que muchos de los contenidos que ofrece su competidora nacen en ella, como las series de ficción, o el humor de los Chanantes.
Pero no solo de series vive el internauta, ver retransmisones deportivas desde el PC se ha convertido ya en algo habitual para muchos que huyen del insulto de algunas cadenas a sus espectadores.

Incluso algo tan sagrado como los informativos, cada vez más está siendo relegado a un segundo plano, primero por su incompetencia: mintiendo, manipulando y en su mayoría ofreciendo noticias absurdas. Y segundo, porque en internet encontramos todo mucho más rápido, más objetivo o partidista según nos apetezca, información más específica, sobre temas que en 'la caja tonta' no dan bola, ... en definitiva: que encontramos más y mejor información.

Y no solo el espectador se ha dado cuenta de este cambio, algun que otro sector de peso como el publicitario (muy linces ellos) hace tiempo que lo vieron venir y ya lanzan múltiples anuncios virales a travésd e redes sociales como Youtube.

Por otro lado, algunas cadenas ya empiezan a ver las orejas al lobo y se están apresurando en ofrecer contenidos en exclusiva para la red, se oyen rumores de las primeras alianzas en esta nueva andadura, Google ya está tramando algo al respecto, muchas apuestas que hacen que todo empiece a coger cierto impulso.
No hace falta ser un gran gurú para adivinar la revolución que se avecina, se apaga una pantalla pero se enciende otra.